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  • Sting - The Dream Of The Blue Turtles
    Dejar una banda en la cima de su éxito es a la vez una jugada maestra y una gran apuesta. Con The Police en la cima del éxito gracias a su álbum multiplatino y ganador del Grammy, Synchronicity, de 1983, la banda, plagada de disputas internas, decidió tomarse un descanso (en lugar de separarse). Esto le dio a Sting la libertad de emprender una carrera en solitario y explorar adónde lo llevara su inspiración. Y esto fue un cambio radical respecto a lo que esperábamos de su época en The Police, ya que se esforzaba por ser tomado más en serio como músico y letrista. Aunque no lo habrías notado desde el lanzamiento del primer sencillo. La contagiosa meditación pop rock sobre el amor que es "If You Love Somebody (Set Them Free)" fue el puente perfecto entre miembro de la banda y artista solista. Para ser una canción de pop rock bastante estándar, bajo la superficie se intuía la nueva dirección musical que Sting estaba tomando. Bajo el ritmo directo, se encontraba una ráfaga de teclados cortesía de Kenny Kirkland y un saxofón soprano inspirado del aclamado Branford Marsalis. Completando el sonido más denso y pleno, estaban dos renombrados músicos: el baterista Omar Hakim y el bajista Darryl Jones. Este grupo de músicos, acompañados por las coristas Dolette McDonald y Janice Pendarvis, formó la piedra angular sobre la que Sting pudo construir sus ideas musicales. Con músicos tan talentosos a su lado, pudo superarse musical y líricamente. - Algunos trabajos, como la versión jazz rock del tema "Shadows In the Rain" del tercer álbum de The Police, Zenyatta Modatta, o el instrumental de jazz fusión errante "The Dream Of The Blue Turtles" (que escuchamos al principio del programa), liberan a Sting con una ligereza refrescante. Esto se aprecia en la alegre canción "Love Is The Seventh Wave", que se mueve con una vibra de reggae-ska-calypso con tanta naturalidad que Sting se permite un momento para burlarse de su personalidad "seria" con una serie de riffs del gran éxito de The Police, "Every Breath You Take", en los segundos finales. - Pero no todo es diversión, juegos y bromas improvisadas. Por mucho que Sting quisiera liberarse de las ataduras de The Police y replantear su estatus de estrella del pop, quería ser tomado en serio como músico, compositor, letrista y productor. Con esto en mente, y con una mirada más global hacia el exterior, muchos de los temas relevantes de la época encuentran lugar en sus composiciones. La ansiedad por el aumento de las tensiones durante la Guerra Fría, sentida por la población y representada en películas como El día después (1983), se expresa en la poderosa y conmovedora "Russians". Con motivos musicales del compositor ruso Sergei Prokofiev como base, Sting ofrece un escalofriante resumen de la idea de la disuasión nuclear o la destrucción mutua asegurada, y las constantes amenazas de aniquilación. La única gracia salvadora, como canta Sting, es confiar en la idea de que "los rusos también aman a sus hijos". Es una canción conmovedora, construida con la tensión y la grandilocuencia adecuadas. Afortunadamente, la preocupación puede haber disminuido, pero la amenaza sigue latente. De igual manera, "We Work the Black Seam" es una reflexión sobre la huelga minera que se desarrollaba en Gran Bretaña durante la época de creación del álbum. Frente a la promesa de una energía nuclear limpia del gobierno de Margaret Thatcher, se enfrenta la realidad del impacto humano y económico para los mineros, cuyo sustento estaba en riesgo. El contraste entre la melodía mecánica y la caja de ritmos, contra la voz suplicante de Sting, crea una canción cruda y poderosa. - La creciente destreza de Sting como letrista y compositor se hace patente en canciones como "Children's Crusade", que traza un paralelismo entre los jóvenes soldados de la Primera Guerra Mundial, la esclavitud de los niños del siglo XII y la vida moderna con la adicción a la heroína. Lo que comienza como una inquietante meditación al piano se convierte en una trepidante jam session que envuelve al oyente a mitad de la canción. Este momento instrumental es uno de los mejores del álbum, y cada compás que pasa aumenta la tensión. "Consider Me Gone" es otro momento de pura musicalidad, con un ritmo blues de combustión lenta que siempre está a punto de encenderse, y lo hace en los momentos finales de la canción, que estallaría aún más en directo. - La elegante, fina y melancólica "Moon Over Bourbon Street", inspirada en la novelista Anne Rice, es contenida y mesurada. Con Sting contando la narrativa desde la perspectiva de un vampiro con conciencia, muy similar a Louis en “Entrevista con el vampiro” de Rice, se trata de una agradable historia musical con moraleja. El guitarrista de The Police, Andy Summers, le dio el libro a Sting, quien lo leyó hasta altas horas de la noche. Sting luego recordó: “La Entrevista con el Vampiro de Anne Rice fue la inspiración directa para esta canción, pero hubo una noche de luna llena en el Barrio Francés de New Orleans donde tuve la clara impresión de que me seguían.” Bourbon Street es una referencia a la calle principal del Barrio Francés de New Orleans, en Luisiana. Por cierto, Sting toca el contrabajo en esta canción. - El tema que cierra el álbum, "Fortress Around Your Heart", es quizás el que más se asemeja a lo que uno esperaría de The Police. Con una producción similar a la de "Wrapped Around Your Finger", la canción habla de los muros emocionales que se construyen lentamente en las relaciones y de los refugios personales en los que nos escondemos mientras el amor se desintegra en una especie de guerra. No hay una gran determinación, ningún triunfo, solo una esperanza o quizás una amenaza de incendiar las almenas; si destruirlas o tomar la delantera queda en manos del oyente. - El nombre del álbum proviene de un sueño que tuvo Sting. El álbum se grabó en el estudio de Eddy Grant (Blue Wave) en Barbados. Sting cuenta que, durante su primera noche en la isla, despertó de un sueño vívido que le dio la idea del título. En el sueño, estaba sentado en el jardín amurallado de su casa en Hampstead cuando el muro se derrumbó, revelando un grupo de tortugas azules gigantes, que procedieron a destruir el jardín con total naturalidad. The Dream Of The Blue Turtles es un álbum casi perfecto. Una colección de 10 canciones que te transportan a un viaje musical y ofrecen experiencias auditivas placenteras y estimulantes en cada momento. Los puristas del jazz que lo criticaban por ofrecer lo que consideraban "jazz light", perdieron el objetivo de la aventura. No se trataba de apropiarse ni reivindicar, sino de inspirarse y fusionarse con elementos del genero. Sin duda, el pedigrí de los músicos debería haber sido un factor clave para que fuera una aventura digna. La experiencia del álbum es rica y gratificante. Aún más con la película "Bring On The Night", que documentó la creación del álbum y el proceso de llevar las canciones al escenario. En todo caso, el riesgo que asumió Sting valió la pena. Y aquí, 40 años después, el álbum sigue dando frutos. De esta forma, nos vamos yendo, nos vamos despidiendo de este episodio. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo. Esto fue The Dream Of The Blue Turtles, de Sting, en Punto Muerto.
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    56:01
  • Björk - Post
    Cuando Björk lanzó su álbum debut, acertadamente titulado Debut, en 1993, fue una especie de introducción. Tras la desaparición de The Sugarcubes, se embarcó en una maravillosa aventura. Con Debut, reinterpretó canciones que tardó una década en crear y presentó un álbum que, a pesar de las críticas iniciales, cautivó al mundo. Debut se centra en la expresión individual. Íntimo. Aislado. Mirando desde adentro hacia afuera. En contrapunto, Post, su sucesor en 1995, se centra más en la exploración. Tras mudarse de los paisajes naturales de Islandia al bullicioso ruido de la gran ciudad de Londres, el segundo álbum de Björk es en gran medida un álbum de "después". Es el sonido del descubrimiento y el viaje. Menos mirar hacia afuera como un astuto observador antropológico, y más vivir, sumergirse en él. Exponerse al mundo. Las sesiones iniciales grabadas en las Bahamas le brindaron a Björk una sensación de libertad, ya que creaba sus temas con alegría. Ahí, ella y sus colaboradores dejaron que los sonidos moldearan las canciones y que el acceso a su entorno influyera en la atmósfera de varios de sus trabajos. Abundan los rumores de que las voces se grabaron al borde de playas, cantando al mar, o extraídas de las profundidades de cuevas. Todo muy plausible y muy propio de Björk, quien nunca iba a ser una cantautora promedio. Al regresar a Londres para dar cuerpo al álbum, Björk convocó a más colaboradores para añadir calidez y mayor musicalidad a la colección, que era muy austera y con un marcado ritmo. El resultado es un álbum que, como la propia Björk define, es "musicalmente promiscuo", con canciones que no solo combinan géneros dentro del flujo del álbum, sino también dentro de la esencia misma de las canciones. Al comenzar con la pesada y densa "Army of Me", Björk se propone romper cualquier expectativa del oyente. Amenazante y mecánica, "Army of Me" resulta extrañamente motivadora con su paso firme. Es una canción que te levanta del asiento. Fusionando trip-hop con ritmos industriales, un sonido techno vibrante con inquietantes florituras de trompeta y frenéticas secuencias de sintetizador, la canción es un festín sonoro que envalentona al oyente con cada compás. Björk ofrece una voz potente, casi áspera, que te atrapa desde el primer verso. - El hechizo de "Army of Me" no cede durante los más de cuarenta minutos restantes del álbum. Con "Hyperballad", una de las canciones más románticas y particulares jamás hechas, Björk ofrece algunos consejos de autocuidado para sobrevivir a la necesidad de ser uno mismo y compartir espacio con el otro. Describe cómo cada mañana, antes de que su amante despierte, sube a la cima de una montaña y se deshace de todo en un sentido de purificación y supervivencia. Es salvaje y encantador a la vez. Una sensación de identidad y sacrificio. Con un ritmo que se mueve a toda velocidad, pequeños silbidos y blops melódicos se abren camino hasta la liberación de energía del estribillo, donde la voz de Björk da ese salto desde la montaña y se eleva antes de volver a la tierra. "Hyperballad" tiene que ser recordado como uno de los mejores momentos de Björk en el disco y, sin duda, es una de las canciones más emocionantes de los 90. - Toda la arrogancia musical es despojada del todo en la conmovedora "The Modern Things”, que permite que la voz de Björk se juegue a través de la expresión, apaciguándose en un momento y estallando en el siguiente. Líricamente, Björk se pregunta si todos los grandes inventos de la vida siempre han existido, esperando ser (metafóricamente) desenterrados y descubiertos. "Enjoy", se adentra en el lado oscuro de las cosas con un ritmo acechante casi amenazante mientras Björk se entrega a sus deseos más lujuriosos. Es espinoso, estridente, es el tipo de canción que imagino que Trent Reznor ansiaría versionar. Además, equilibra la sensibilidad pop de la canción que le precedía. Si bien es de esperar lo inesperado con Björk, pocos habrían adivinado este suave cambio de estilo a la big band con una versión de una cara B relativamente desconocida de Betty Hutton. "It's Oh So Quiet" no solo funciona, sino que lo hace con total desenfreno y alegría. Siendo el último tema grabado para Post, su inclusión pretendía revolucionar el mundo del oyente, pero también haría lo mismo por la artista con su video en technicolor que la acompaña, catapultando a Björk al mainstream del pop. - Con "Isobel", Björk se refugia en el bosque en una narración semiautobiográfica del choque entre la vida moderna y la naturaleza. Acompañada de exuberantes arreglos de cuerda, "Isobel" es una escucha encantadora, sensual y reconfortante, con una serie de percusiones de inspiración tribal. Dado que las expresiones vocales de Björk son tan idiosincrásicas, tiene sentido que sean el foco principal de la experiencia auditiva. Sin embargo, una canción como "Isobel" también demuestra su capacidad para superponer exuberantes coros que te envuelven como un cálido abrazo. Una sensación de consuelo y conmoción se percibe en "Possibly Maybe", con su melodía lenta e hipnótica y su ritmo inspirado en el trip-hop. Es un lento desmantelamiento de las defensas y la liberación de cualquier esperanza. Aunque, en última instancia, es una canción sobre el dolor, el arreglo la hace reconfortante. Por cierto, estoy seguro que Radiohead escuchó esos arreglos de sintetizador con muchísima atención. - Del dolor a la esperanza, Björk nos lleva a una mezcla psicodélica de zydeco (una combinación de ritmos como el cajún, el gospel y el blues originada en Luisiana) y cierta inspiración afrocubana con "I Miss You", que se despliega en el oyente con una alegría similar a la de correr por un campo bajo el sol. Hay una clara impaciencia en la música que refleja el giro lírico cuando Björk canta "I Miss You / But I Haven't Met You Yet" (“Te extraño, pero aún no te conozco”) Luego, “Cover Me”, que parece la banda sonora de una película desarrollada en el lejano oriente, es un momento depurado, muy fino, que distorsiona cualquier sentido de estructura con una sonrisa maliciosa. - El tema que cierra el álbum, "Headphones", se disfruta mejor, como su título indica, con dichos dispositivos puestos. Como una meditación guiada, Björk es una guía sonora que explica la creación de sonido en tiempo real. Con la ayuda (e inspiración) de Tricky, la canción es una representación perfecta de Björk como artista vanguardista y el recordatorio perfecto de las muchas joyas que se descubrirán en álbumes posteriores. Es innegable el impacto de la colección de colaboraciones de Björk, con artistas como Nellee Hooper, Tricky y Graham Massey, quienes aportaron su brillantez para crear los paisajes sonoros que Björk recorrió. Aunque siempre es para servirle a su descubrimiento, para que ella trace el mapa y para que nosotros lo sigamos. Como conclusión, Post pone un punto final maravilloso a la primera fase de la extensa y variada carrera de Björk. Sigue siendo un álbum que te transporta a diferentes lugares y te hace sentir de diferentes formas en respuesta a la energía que desprende cada tema. Si hace tiempo que no lo escuchás, reservá 40 minutos para disfrutar de su encanto.
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    56:51
  • Ghost - Skeletá
    En la era multimedia, sorprende que tantos artistas sigan insistiendo en que "todo gira en torno a la música". Como si eso hubiera sido alguna vez cierto en la música popular, incluso antes de que Elvis moviera sus caderas y escandalizara padres de todo el mundo. Aunque pocos grupos de rock de los últimos años han logrado que su imagen y su mito sean tan importantes para su atractivo como Ghost. Ocho años después de que se revelara que su misterioso linaje de antipapas satánicos y enmascarados, Papa Emeritus (y sus sucesores Papa Emeritus II, III y IV, este último inicialmente conocido como el Cardenal Copia), enmascaraba a Tobias Forge (me quito el sombrero por haberlo mantenido en secreto incluso hasta ese momento), su narrativa gloriosamente teatral atrae a más público que nunca. Su sexto álbum, Skeletá, está liderado por la nueva figura principal, Papa V Perpetua, y promete cautivar a un público cada vez mayor en una inminente gira mundial que visitará el Madison Square Garden de New York. Sabiendo esto, podemos afirmar que la sutileza psicológica y la introspección no son cualidades que uno asociaría inmediatamente con Ghost. Tobias Forge y sus demonios suecos han cobrado fuerza de forma impía, con su mezcla de pantomima blasfema y rock retro extravagante, llevados a extremos insospechados. Y mucho más allá. Sin embargo, el inimitable líder ha expresado abiertamente su deseo de que este esperado sexto álbum sea "más introspectivo" que los anteriores. Es la ejecución de esa audaz propuesta lo que convierte a Skeletá en la declaración de Ghost más profunda e intrigante hasta la fecha. Miembros de la congregación, no teman. A pesar de ese concepto craneal y el título del álbum, que hace vibrar los huesos, se ha despojado muy poco de la esencia musical. El épico tema de apertura, “Peacefield”, se construye a partir del inquietante sonido de un coro infantil hasta convertirse en un coro desgarrador que enorgullecería a Survivor o Journey: un canto satánico de alabanza ante un mundo que se derrumba. “Lachryma” permite que la tristeza se filtre, acompañada de la carga de la adoración sabática. Luego, el sencillo principal, “Satanized”, despliega sus benditas alas negras, descubriendo paralelismos perversos entre la posesión demoníaca y el enamoramiento. - A diferencia de tantos otros grupos de metal obsesionados con lo oculto, la música de Ghost no busca crear sonidos terroríficos que puedas imaginar a todo volumen desde los altavoces detrás del mostrador de recepción de Hades, repleto de vísceras. Es música melódica que evoca más a Europe que a cualquier banda de black metal. De alguna forma siniestra, Ghost le rinde homenaje en Skeletá. Y es que las reflexiones de Tobias se manifiestan sutilmente. El color y la grandilocuencia de la composición de rock de los 70 y 80 siempre han formado parte de su fórmula infernal, pero aquí parece conectar con la esencia misma de esas viejas grabaciones, adoptando una producción ligeramente descolorida y medios tiempos aprendidos cuando era niño de gigantes del rock orientado a adultos como Kansas y REO Speedwagon. En cuanto a la textura, esto añade intensidad a una balada potente como “Guiding Lights”, y un toque de sinceridad inquietante al viaje de “De Profundis Borealis” al abismo invernal. En “Cenotaph”, por su parte, se atreve a incorporar el vigor del metal clásico en un análisis del duelo. - Bajo todas las capas de sonido, se deja ver lentamente un espectro completo de sentimientos: humor negro, existencialismo frío y lujuria apasionada. En otros lugares, siguen con las clásicas referencias a los cuatro caballos, con el coro impactante de “Marks Of The Evil One”, junto con sus imponentes riffs, que serán difíciles de resistir incluso para los rockeros más temerosos de Dios. “Missilia Amori” es el punto culminante diabólico, envolviendo dudosas metáforas sobre "cohetes de amor" en torno a una estructura de canción contundente, claramente deudora de la época dorada de KISS. Hay todo un desarrollo del humor exagerado que aumenta el encanto en esta contagiosa “Missilia Amori” cuando promete: "Te mostraré el mío si me muestras el tuyo" y ofrece "cohetes de amor disparados justo entre tus ojos". Sutil. Por otro lado, los toques de melancolía previos se equilibran brillantemente con la sensualidad herética de “Umbra”. “Umbra”, sobre riffs ásperos, con un ritmo palpitante y riffs estridentes, Papa V imagina sin aliento: “A la sombra del Nazareno, pongo mi amor en ti.” Y con frases para seducir como esa, sin duda somos víctimas fáciles en las manos del innombrable. Así que, te tomes o no en serio esta fantasía, es un rock'n'roll encantador que bien podría tentarte a vender tu alma, aunque solo sea por una noche de dulce desenfreno de soft metal. - Junto con estas nuevas canciones, el último e imponente alter ego de Tobias, Papa V Perpetua, y sus Nameless Ghouls, con sus batwings, subrayan que la teatralidad sigue siendo el pan de cada día de Ghost. Será fascinante ver cómo esta colección, ligeramente más discreta, se complementa con una presentación en vivo cada vez más ostentosa y el catálogo de éxitos que ya tienen a su disposición. Dicho eso, a medida que la balada final, la arrolladora Excelsis, retoma el tema donde lo dejaron las pistas de cierre anteriores como Life Eternal (Prequelle) y Respite On The Spitalfields (Impera), obliga a los oyentes a vivir la vida al máximo con un ojo puesto en la inevitabilidad de la muerte. De esta forma, nos vamos yendo, nos vamos despidiendo de este episodio. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo. Esto fue Skeletá, de Ghost, en Punto Muerto.
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    55:41
  • The Black Crowes - Shake Your Money Maker
    Lo más probable es que si creciste en los 80, incluso los 90, con un hermano mayor (o un tío unos diez años mayor, como en mi caso) y una colección de discos pequeña pero de calidad, para 1990 ni siquiera hubieras necesitado escuchar Shake Your Money Maker. Habiendo ya aprendido el rock más básico de Faces: "A Nod Is As Good As A Wink...To A Blind Horse" (1971), "Smokin'" (1972) o "Performance: Rockin' The Fillmore" (1971), de Humble Pie; "Fire and Water" (1970) de Free; o la mejor época de los Rolling Stones, desde "Beggars Banquet" (1968) hasta "Exile On Main St." (1972), quizás podías sentir que ya lo habías escuchado todo. Todos estos álbumes, por cierto, se publicaron en ese mágico lapso de cinco años que van desde 1968 a 1972. Si no hubieras escuchado esos discos, el álbum debut de The Black Crowes probablemente te habría parecido salido de la nada. Hago una pausa. Si estás escuchando esto, supongo que sos fan de Shake Your Money Maker, y eso es genial. Pero si aún no has escuchado todos los álbumes mencionados (o, capaz, ninguno), dejá de escuchar ahora mismo y andá a buscarlos. Estamos en 2025 y todos están disponibles; acabo de comprobarlo. Es imprescindible escuchar esos álbumes para tener algún tipo de contexto sobre el primer álbum de The Black Crowes y su lugar en el panteón del rock & roll, o cualquiera de sus álbumes posteriores, o del rock & roll en general. De hecho, incluso si los escuchaste todos, ponelos de nuevo, porque sí. - Para 1987, citando a Frank Zappa, «el rock se había vuelto completamente absurdo». No sabía lo que vendría en el siglo XXI Zappa. El pelo era voluminoso, había música superficial. Por cierto, en aquel entonces no se le decía “hair metal”. Esa etiqueta se le puso después. Era simplemente pop-metal, bubblegum metal o, en algunos círculos, glam metal. En cualquier caso, no era el rock impregnado de soul y blues que suele citarse como lo mejor del género. Aunque, siendo sincero, yo lo disfruto mucho. Sin embargo, lo que más destacó fue Guns n' Roses, que había publicado Appetite For Destruction en ese mismo verano boreal de 1987. No se parecía a nada en aquel entonces; era incluso más Aerosmith que Permanent Vacation... de Aerosmith de ese año, y casi se podía oler el peligro y la actitud que emanaban de la portada y del álbum ya clásico. Los tiempos estaban cambiando. Inmediatamente después del éxito de Appetite, los grupos que habían pasado los últimos años maquillados en tonos pastel, de repente lucieron desaliñados, sucios y vestidos de cuero. Se buscaba a grupos que encajaran en ese molde del rock sórdido. - Originalmente bautizados como Mr. Crowe's Garden, la banda se había hecho un nombre girando por la costa este y el sureste a finales de los 80. El baterista y originario de Kentucky, Steve Gorman, se unió a Chris Robinson y a su hermano, el guitarrista Rich Robinson, tras separarse de Mary My Hope (que también incluía al futuro bajista de los Crowes, Sven Pipien) para unirse a una banda que, según él, tenía más empuje. Tenían mucha iniciativa. ¿Dirección y disciplina? No tanto. Entra en escena el genio de A&R, George Drakoulias, antiguo compañero de universidad de Rick Rubin, quien estaba a punto de ayudar al ahora legendario productor a lanzar su nuevo sello de rock, Def American Records, y quería a Mr. Crowe's Garden a bordo. Aunque, primero, necesitaba ponerlos en forma. Como muchos jóvenes universitarios del sur en aquella época, los Robinson y Gorman eran grandes fans de R.E.M., The Replacements y bandas similares con un toque de punk y folk. Según las memorias de Gorman, Hard to Handle: The Life and Death of The Black Crowes (escritas con Steven Hyden), Drakoulias percibió el potencial y los guió para que abrazaran a la estrella de rock que llevaban dentro. Los llevó a un cuarto con discos de los Stones para que los escucharan con nuevos oídos, le presentó a Rich la potente afinación en Sol abierto, finalmente los convenció de cambiar su nombre a The Black Crowes, y el resto es historia del rock & roll. - Lo que distingue a Shake Your Money Maker de todo lo demás en el panorama del rock en torno a su lanzamiento a principios de 1990 es, francamente, su estilo. La afinación en Sol abierto y el ritmo firme de Rich, el groove justo detrás del compás de Gorman, el bajo potente y contundente de Johnny Colt y el ataque poderoso, al estilo Ron Wood, de Jeff Cease. Por encima de todo, se alzaba el lamento único de Chris Robinson. Con una mezcla de Rod Stewart y Steve Marriott en la voz, con movimientos como los de Jagger y un toque de la imprevisibilidad de Axl Rose, el mayor Robinson encarnaba todo lo que un líder de rock & roll debe ser, incluyendo su enorme ego. Otro elemento que distinguía a los Crowes del resto eran las letras de Chris Robinson. Iban más allá de los clichés emocionales típicos del rock de la época y llegaban a lo más profundo, donde se sentía el dolor en sus palabras. - Ya conocés las canciones: el ominoso y lento riff slide que nos sumerge en una avalancha de puro rock and roll en "Twice As Hard". El groove y la trama de "Tumbling Dice" en la imponente "Jealous Again". La melancolía de Humble Pie y Faces en "Sister Luck". El rock inteligente de "Could I've Been So Blind". El lento soul sureño directo de Memphis y Muscle Shoals en "Seeing Things". La versión de Otis Redding al estilo de Aerosmith en "Hard To Handle". El ritmo vertiginoso de "Thick'N'Thin". La belleza deslumbrante, inspirada en Nick Drake, del ahora clásico "She Talks To Angels". El acertadamente titulado "Struttin' Blues" y el frenético, himno y la manera perfecta de cerrar un álbum de rock and roll con “Stare It Cold". ¿El ingeniero de sonido de esas canciones? Brendan "Bud" O'Brien, quien había tocado el bajo durante un tiempo en Georgia Satellites y luego se convertiría en un productor muy solicitado debido a su trabajo en Money Maker, trabajando con todos, desde Pearl Jam hasta Neil Young y Bruce Springsteen. - The Black Crowes nos regalaron un repertorio de canciones impresionantes desde el principio. La banda nacida en Atlanta, Georgia, crecería musicalmente a pasos agigantados a lo largo de su carrera, pasando de "The Rolling Clones" (como se le supo tildar maliciosamente) a una auténtica mezcla de las raíces del rock y música americana, influenciada por los Stones, Faces, Free y Humble Pie, sí, pero también por The Band, Allman Brothers, Little Feat y muchos otros. Shake Your Money Maker ni siquiera es su mejor álbum, ni esta fue la mejor formación de los Crowes. Ambos vendrían después con The Southern Harmony and Musical Companion (1992), con la incorporación de Marc Ford (quien reemplazó a Jeff Cease) y el tecladista Eddie Harsch (los teclados de Money Maker estaban a cargo del legendario Chuck Leavell). Sin embargo, lo que sí es, es el sonido de una banda joven, ávida y apasionada que enarboló la bandera del verdadero rock & roll al crear un álbum que recordó de qué iba todo éste asunto, mostrándoles a todos el verdadero significado de la palabra autentico… al menos por un tiempo. De esta forma, nos vamos yendo, nos vamos despidiendo de este episodio. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo. Esto fue Shake Your Money Maker, de los Black Crowes, en Punto Muerto.
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    59:57
  • Dire Straits - Brothers In Arms
    Dire Straits alcanzó su apogeo comercial y la fama mundial con su quinto álbum de estudio, Brothers In Arms. Todas las canciones de este álbum fueron compuestas por el vocalista y guitarrista Mark Knopfler, quien junto con el grupo perfeccionó su característico sonido de pub rock, R&B y jazz con un toque de pop, lo que finalmente dio sus frutos, ya que el álbum dominó las listas de éxitos mundiales y ganó dos premios Grammy. Además, convirtió a Brothers In Arms en el primer CD en vender más de un millón de copias en ese formato. Otro dato interesante es que cinco de sus canciones, lo que sería todo el lado A del LP, tienen versiones más largas en su versión en compact disc, aprovechando la duración que permite el formato. A principios de la década de 1980, Dire Straits publicó un par de álbumes exitosos: Making Movies (1980) y Love Over Gold (1982). Este último incluía canciones largas y experimentales con una extensa participación de Alan Clark en piano y teclado, y fue el primer álbum de Dire Straits producido por Knopfler. El grupo emprendió una extensa gira mundial antes de tomarse un descanso a finales de 1983 y principios de 1984. La grabación de Brothers In Arms tuvo lugar en la isla caribeña de Montserrat durante el invierno boreal de 1984-85. El álbum fue coproducido por Neil Dorfsman, quien aprovechó al máximo el espacio limitado del pequeño estudio. Durante las sesiones, el baterista del grupo, Terry Williams, fue reemplazado por Omar Hakim, quien, según se informa, grabó todas las partes de batería del álbum en tan solo dos días. Un segundo tecladista, Guy Fletcher, también se unió al grupo por primera vez durante la grabación. El tema de apertura, "So Far Away", también fue el primer sencillo del álbum, alcanzando el Top 20 en el Reino Unido. La canción presenta una estructura muy simple pero efectiva, con dos patrones de guitarra complementarios y la sutil voz de Knopfler. Líricamente, habla de la distancia en una relación, ya sea real o simbólica. En esta canción, el líder de Dire Straits, Mark Knopfler, lamenta un estilo de vida itinerante que lo mantiene alejado de un ser querido. Aunque viajaba mucho (el álbum de hecho se grabó en Montserrat), la canción no es autobiográfica. "'So Far Away' tiene un tema que puede aplicar a cualquier persona", declaró a la BBC. "Independientemente de todo lo demás, ahora somos un mundo de viajeros y pasajeros aéreos. Las familias están divididas en diferentes partes, por todas partes, y eso tiene relevancia". Luego añadió: "Se trataba de mantener una relación por teléfono, lo cual es un chiste. Realmente no se puede mantener durante mucho tiempo, porque ambos se cansan. Esa era la idea básica". - “Why Worry” es posiblemente la mejor canción en general de este álbum, para mi gusto, al menos. Es una balada tranquila y elegante con guitarras finamente tocadas en todo su recorrido. Comienza justamente con una larga y sutil introducción de guitarra y se mantiene suave y sofisticada a lo largo del tema, creciendo solo ligeramente durante el estribillo, con una agradable línea de teclado entre las secciones de versos. Acompañando la belleza musical, las letras tiernamente poéticas persisten en todo momento diciendo.: “¿Por qué preocuparse? Después del dolor debería haber risas, después de la lluvia debería salir el sol. Estas cosas siempre han sido iguales, así que ¿por qué preocuparse ahora…?” - La única canción que cuenta con un coautor y covocalista, "Money for Nothing", fue coescrita por Sting (acreditado como Gordon Sumner). Fue un intento de buscar un gancho pop puro que dio sus frutos, ya que esta pegadiza pista con un riff memorable se convirtió en el sencillo más exitoso de la historia del grupo y en un clásico de todos los tiempos. Esta canción trata sobre los excesos de las estrellas de rock y la vida fácil que conlleva en comparación con el trabajo real. Mark Knopfler la compuso tras escuchar a unos repartidores de unas grandes tiendas de New York quejarse de sus trabajos mientras veían MTV. Casi que escribió la canción en la tienda, sentado frente a un expositor que habían montado en la cocina. De hecho, muchas partes de la letra eran palabras que los mismos repartidores habían dicho. Sting canta en "Money For Nothing" y ayudó a escribirla (él y Knopfler son los autores acreditados, como decíamos anteriormente) y se le puede escuchar ya al principio cantando el emblemático "I want my MTV”, que era el eslogan con en el que la cadena de videos musicales se promocionaba. Sting no quería que le dieran crédito como compositor, pero su discográfica, A&M, sí lo hizo porque recibirían regalías por la canción. También afirmaron que sonaba muy similar a una canción que Sting escribió para The Police: "Don't Stand So Close To Me". Más allá de autorías y relatos, seamos sinceros entre nosotros, nada sería igual sin ese impresionante riff de guitarra. - La canción "One World" es lo más débil musicalmente del álbum, con un estilo claramente anclado en los 80, con un bajo sin trastes, una guitarra funk estándar, ritmos simples y teclados un poco cursis, mientras que “The Man's Too Strong" es una pista acústica de estilo outlaw country (country fuera de la ley) con interesantes riffs de una guitarra eléctrica dura después de cada estribillo. También es cierto que la cara B del álbum tiene menos gancho pop con varias pistas líricamente centradas en el militarismo. "Ride Across the River" contiene un ritmo de reggae muy ligero y vientos distantes a lo largo de la larga canción narrativa. Hablando sobre su letra, siempre vi la primera estrofa de la canción como cantada por un rebelde, la segunda por su adversario, un mercenario "perro de guerra", y la tercera es un comentario sobre la futilidad de su lucha. Las palabras de los dos personajes tienen un cierto aire cínico y apático, como si incluso el "soldado de la libertad en el ejército del hombre" ya no creyera en lo que hace. "Ride Across the River" podría tratar sobre cualquiera de las innumerables guerras donde dos bandos, cada uno igual de siniestros, se han enfrentado en el campo de batalla por la ilusión de la victoria. - “Walk of Life” es una canción de pop puro del álbum y el punto álgido del pop bailable antes de que el mismo descienda a un nivel más suave. Musicalmente, se basa en la clásica línea de órgano Hammond de Clark junto con una guitarra de estilo country de Knopfler. La melódica voz principal se complementa a la perfección con los alegres coros, lo que la convirtió en otro éxito mundial y en el mayor éxito comercial del grupo en su Reino Unido natal. Mark Knopfler compuso esta canción para celebrar a los músicos callejeros de Londres, de ahí las referencias a "Be-Bop-a-Lula" y "What'd I Say", dos clásicos que podrían formar parte del repertorio de uno de esos cantantes a mediados de los 80. El video musical más famoso, hecho para Estados Unidos, adoptó un enfoque diferente: mostraba errores deportivos, lo que más tarde se conocerían como bloopers. Stephen R. Johnson, recién graduado de la Escuela de Cine de la USC, fue el director. Fue idea de Mark Knopfler incluir deportes, intercalados con imágenes en directo. Otra directiva de Knopfler fue evitar grabarlo de costado para evitar la imagen del tamaño de su nariz. Este video tuvo mucho éxito en MTV, pero no era el original. La primera versión del clip, que se emitió fuera de Estados Unidos, era más fiel a la canción, con imágenes de un músico callejero en el metro (o como lo llaman en Inglaterra, "the tube"). El video de temática deportiva estaba dirigido específicamente a Estados Unidos. - Comenzando con el legendario saxofón característico de Michael Brecker, “Your Latest Trick” tiene el sello de música contemporánea para adultos en su máxima expresión, utilizando finos acordes de piano eléctrico y un bajo firme de John Illsley, junto con la percusión jazzística de Hakim. Una canción nocturna de corazones rotos, bares, alcohol hasta la madrugada, taxis y prostitutas; si bien la protagonista que robó su corazón no lo es, aunque existe un resentimiento por el corazón roto del narrador. Además, para los que crecimos en Uruguay en la década de los ochenta, el saxo de “Your Latest Trick” siempre estará relacionado con el ciclo de películas del Canal 4 llamado Casino Montecarlo, que tenía a la canción como cortina musical. - El álbum concluye con la canción que le da nombre, "Brothers in Arms", que comienza con un dramático aumento de tono antes de asentarse con un ligero solo de guitarra en la vena de David Gilmour de Pink Floyd. Más tarde, el tema contiene melodías tranquilas pero efectivas antes de que el teclado y las guitarras guíen su atmósfera durante la mayor parte de la segunda mitad de la canción. A principios de 2015, Brothers In Arms volvió a entrar en las listas de álbumes del Reino Unido, acumulando un total de 356 semanas en ellas. Es uno de los álbumes más vendidos del mundo, con más de 30 millones de copias. A esto le siguió otra exitosa gira mundial, que incluyó 21 noches seguidas tocando en Sídney, Australia, en 1986, por poner un solo ejemplo de su extraordinario suceso. Sin embargo, un largo descanso posterior a la gira provocó una separación temporal de la banda, que no publicaría otro álbum de estudio hasta 1991, seis años después de Brothers In Arms. En todo caso, Brothers In Arms es un álbum esencial no solamente para entender a Dire Straits, sino a la década de los ochenta en su conjunto con su sonido cristalino, sus videos icónicos y el impecable balance entre su arte y ser atractivos comercialmente. De esta forma, nos vamos yendo, nos vamos despidiendo de este episodio. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo. Esto fue Brothers In Arms, de Dire Straits, en Punto Muerto.
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